Antes de comenzar a bailar, era el tipo de hombre si siempre duraba las vacaciones, el tipo de persona que siempre teníamos que arrastrar por el brazo en la pista. ¡Así que yo era un bailarín "no le gustaba", pensando que era solo una actividad reservada para las mujeres!

Siendo una persona que quiere tocar todo, probar todo, hacer todo, y después de haber agotado todas las actividades (alcanzables) que pueden ofrecer en mi ciudad natal (Estrasburgo), comenzó con buscar algo nuevo, y Fue allí donde vi que la universidad en la este estaba ubicado clases de baile, casi gratis. Como comenzó con un amigo, el 7 de septiembre de 2013. Mi primera clase fue Tango argentino el miércoles por la noche, luego Salsa cubana el jueves al mediodía, y finalmente, el baile de salón el viernes al mediodía. En este momento, descubrí una nueva pasión. Al final me a varias escuelas y grupos de bailarines, por lo tanto, además de mis clases universitarias, tuve 13 horas de clases de baile por semana: salsa cubana, tango argentino, swing de la costa oeste, Lindy hop / Charleston, bailes de salón (rock and roll, vals lento, vals vienés, bolero / rumba, chachacha, Vals lento, Vals vienés, paso doble, tango de salón, salsa puertorriqueña, samba), así como algunos bailes folclóricos europeos. A esto, agregue las prácticas diarias en los bares y clubes de la ciudad.

Al final de mis estudios en Finanzas, una vida de oficinista en realidad no me interesaba, decidí dejar mi tierra natal para ir a la de mi padre: Mauricio. En este momento, las noches de baile eran muy pocas, y las clases de baile incluían solo salsa, bachata y Kizomba.

Ninguna escuela ofrece cursos de nivel intermedio e incluso menos avanzado, no pude encontrar mi felicidad, así que decidir dejar de aprender. En el transcurso de los eventos, muchos pidieron que abriera mi escuela y Ensñara, al principio me negué, pero un año después de mi llegada, ¡finalmente decidí abrir mi escuela! Esto me permite desarrollar mi pedagogía e incluir mejor los bailes. Para progresar, viajé y gasté todo el dinero ganado en capacitación, clases privadas y festivales.

Hoy (mayo de 2020), decido irme de Mauricio, porque demasiado limitado por sus límites, ya no florezco, estoy pensando en un nuevo proyecto, ¡y aquí me viene la mente SBK Globetrotter! Luego dejo que un equipo tome la antorcha de mi escuela que compartirá los valores que estaba buscando transmitir.

¡Vamos a una nueva aventura en 2021!